Los adenocarcinomas colorrectales
varían considerablemente en todo el mundo, siendo los países desarrollados uno
de los principales sitios de incidencia de cáncer. Los factores ambientales (dieta) y
genéticos desempeñan un papel clave en su etiología. La susceptibilidad
genética varía a partir de síndromes hereditarios bien definidos, por ejemplo, la
poliposis adenomatosa familiar.
La lesión precursora principal es
el adenoma, que es fácilmente detectada y tratado por técnicas endoscópicas.
EPIDEMIOLOGÍA
El carcinoma colorrectal (CCR) es el tercer cáncer más frecuente en nuestro país, luego del cáncer de mama y próstata. Según estimaciones dela IARC
(Agencia Internacional de Investigación del cáncer-OMS), en Argentina se
produjeron 11.000 nuevos casos en 2008 de los cuales 5.800 fueron en hombres y
5.200 en mujeres.
El carcinoma colorrectal (CCR) es el tercer cáncer más frecuente en nuestro país, luego del cáncer de mama y próstata. Según estimaciones de
Asimismo
el CCR causó en 2011 en Argentina 6.790 muertes, el 11,6% del total de muertes
por tumores malignos, ubicándose en el segundo lugar luego del cáncer de pulmón
con 9.254 muertes (15,9%) y precediendo al cáncer de mama que produjo 5.468
defunciones (9,4%). La tasa de mortalidad ajustada en ambos sexos para el
quinquenio 2005-2009 fue de 11,56 x 100.000 habitantes. (DEIS-Ministerio de
Salud de la Nación ).
Sin
embargo, este tumor es uno de los más factibles de prevenir: la progresión
lenta, del adenoma hacia el CCR favorece la realizacion de exámenes periódicos
denominados de pesquisa para detectar y extirpar los pólipos permitiendo
prevenir la enfermedad con significativa disminución de la incidencia. Además
cuando el CCR es detectado en una fase temprana, las posibilidades de curación
son superiores al 90% y los tratamientos son menos invasivos.
PATOGENIA
En estudios de carcinogénesis
colorrectal se han encontrado datos fundamentales sobre los mecanismos
generales de la evolución del cáncer.
La combinación de episodios
moleculares que conducen al adenocarcinoma de colon es heterogénea e incluye
anomalías genéticas y epigenéticas. Se han descrito al menos dos vías genéticas
diferenciadas. Ellas son: la vía APC/ b-catenina, que se asocia a WNT y la secuencia clásica
adenoma-carcinoma; y la vía de inestabilidad
de los microsatélites, que se asocia a defectos de la reparación de los
errores de apareamiento del ADN. Ambas vías implican la acumulación paulatina
de varias mutaciones, pero los genes implicados y los mecanismos
por los cuales se acumulan las mutaciones son diferentes. De los episodios
epigenéticos, el más frecuente de los cuales es el silenciamiento génico inducido por metilación, inducen la progresión siguiendo ambas vías.
La secuencia clásica adenoma-carcinoma, que es responsable de hasta
el 80% de los tumores de colon esporádicos, se refiere a la mutación APC al
inicio del proceso neoplásico. Ambas copias del gen APC deben estar funcionalmente inactivadas, ya sea por una
mutación o por episodios epigenéticos, para que se
desarrollen los adenomas. El gen APC es un regulador negativo clave de la b
-catenina, un componente de la vía de señalizacion WNT . La proteína APC
se une normalmente y favorece la degradación de la B-catenina. Con la pérdida
de la función APC, la b -catenina se acumula y se transloca en el núcleo, donde
activa la transcripción de genes como los que codifican las proteínas MYC y ciclina
D1, que favorecen la proliferación. Después, se produce una serie de mutaciones
añadidas como las mutaciones que activan el KRAS, que también favorece el crecimiento y previene la
apoptosis. La conclusión de que la mutación del KRAS es un suceso tardío se apoya en la observación de que las
mutaciones están presentes en menos del 10% de los adenomas menores de 1 cm de diámetro, pero se
encuentran en el 50% de los adenomas mayores de 1 cm de diámetro y en el 50%
de los adenocarcinomas invasivos. La progresión neoplásica también se asocia a
mutaciones de otros genes supresores tumorales como los que codifican las
proteínas SMAD2 y SMAD4, que son efectoras de la señalización del TGF- B . La
señalización TGF- B normalmente inhibe el ciclo celular, la pérdida de esos
genes permite el crecimiento celular sin limitaciones. El gen supresor tumoral p53 está mutado en el 70-80% de los
cánceres de colon, pero su afectación es infrecuente en los adenomas, lo que
indica que las mutaciones p53 también
aparecen en etapas posteriores de la progresión tumoral. La «pérdida de
función» del gen p53 y de otros
genes supresores tumorales se puede deber a deleciones cromosómicas, lo que
señala a su vez que la inestabilidad cromosómica es una de las características
de la vía APC/ B -catenina.
Otra posibilidad es que los genes
supresores tumorales pueden estar silenciados por la metilación de la zona rica
en CpG o del islote CpG, una región 5’
de algunos genes que con frecuencia incluyen el gen promotor y el locus de
inicio de la transcripción.
La expresión de la telomerasa
también aumenta a medida que las lesiones son más avanzadas.
En pacientes con deficiencias en la reparación
de los errores de apareamiento del ADN, las mutaciones se acumulan en
repeticiones de microsatélites, una situación denominada inestabilidad de microsatélites. Aunque
esas mutaciones son silentes porque los microsatélites se encuentran normalmente
en regiones no codificadoras, algunas secuencias de microsatélites se localizan
en la región codificadora o promotora de genes implicados en la regulación del
crecimiento celular, como los que codifican el receptor tipo II del TGF- b y la proteína proapoptósica BAX. Como el TGF-
b inhibe la proliferación de células epiteliales en el colon, los receptores
tipo II del TGF- b mutados contribuyen al crecimiento celular no controlado, mientras
que la pérdida del gen BAX mejora
la supervivencia de los clones genéticamente anormales. Las mutaciones del
oncogén BRAF y el
silenciamiento de grupos distintos de genes debido a la hipermetilación del
islote CpG también son frecuentes en los cánceres que se desarrollan a través
de los defectos de reparación de los errores de apareamiento del ADN. Por el
contrario, los genes KRAS y p53 no están normalmente mutados.
Por tanto, la combinación de la
inestabilidad de microsatélites, mutaciones BRAF y metilación de las dianas específicas, como MLH1, es la firma de esta vía de
carcinogenia.
También existe un tercer grupo de
cánceres de colon con aumento de la metilación los islotes de CpG en ausencia
de la inestabilidad de microsatélites. Muchos de esos tumores albergan las
mutaciones KRAS pero las
mutaciones p53 y BRAF son infrecuentes. Por el contrario,
las mutaciones p53 son
frecuentes en los cánceres de colon que no presentan el fenotipo metilador de
los islotes CpG.
MORFOLOGÍA
En conjunto, los adenocarcinomas
siguen una distribución aproximadamente igual en todo el colon. Los tumores del colon proximal crecen
como masas exofíticas polipoides que se extienden por una pared del ciego y
colon ascendente, unas zonas de gran calibre. Esos tumores raramente causan
obstrucción. Por el contrario, los carcinomas en el colon distal tienden a ser
lesiones anulares que producen constricciones «en servilletero» y estenosis
luminal, a veces hasta el punto en que se produce la obstrucción. Ambas formas
crecen en la pared intestinal con el tiempo y pueden ser palpables como masas
firmes. Las características microscópicas generales de los adenocarcinomas
del colon derecho e izquierdo son similares. La mayoría de los tumores están
formados por células cilíndricas altas que se parecen al epitelio displásico encontrado
en los adenomas. El componente invasivo de esos tumores provoca una respuesta
desmoplásica importante en el estroma que es responsable de su consistencia firme
característica. Algunos tumores mal diferenciados forman pocas glándulas, otros
producen abundante mucina que se acumula dentro de la pared intestinal y se
asocian a un mal pronóstico. Los tumores también
pueden estar formados por células en anillo de sello que son similares a las
del cáncer gástrico. Otros muestran características de diferenciación neuroendocrina.
Aquí se ve el borde del carcinoma
originado en el adenoma velloso. El crecimiento es principalmente exofítico
(hacia el exterior en el lumen), la invasión no se observa en esta imagen. La
clasificación y estadificación del tumor se realiza por el patólogo quirúrgico
que examinará varias secciones histológicas del tumor.
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
El cáncer de colon puede evolucionar sin síntomas durante
meses a años. Sin embargo, con el tiempo, hay una serie de síntomas y signos de
alarma que pueden aparecerse, tales como:
- Sangrado
rectal.
- Sangre
en sus heces (roja o negra).
- Cambio
reciente en la característica de las deposiciones, cambio en el ritmo
evacuatorio (diarrea y/o constipación), y cambio en la forma de las heces
(por ejemplo, materia fecal delgada como un lápiz).
- Malestar
en las deposiciones o sensación de urgencia evacuatoria.
- Dolores
cólicos en la parte baja del abdomen.
- Pérdida
de peso sin motivo.
- Fatiga
constante.
- Anemia,
palidez.
- Masa
palpable en el abdomen.
BIBLIOGRAFÍA
- INTERNATIONAL
AGENCY FOR RESEARCH ON CANCER http://www.iarc.fr/
- Ministerio De Salud De La Nacion http://www.msal.gov.ar/inc/index.php/cancer-colorrectal
- Robbins y Cotran
“Patologia estructural y funcional” 8va edicion 2010
- Sociedad Argentina de
Gastroenterología http://www.sage.org.ar/
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